La horticultura avanza hacia un modelo en el que será imprescindible producir más con menos recursos. Las tecnologías hortícolas sostenibles serán clave para afrontar un escenario con menos agua, menos tierra disponible, menos fertilizantes, menos plásticos derivados del petróleo, menos agroquímicos y menos mano de obra. Al mismo tiempo, la demanda global de frutas y hortalizas seguirá creciendo, especialmente en Asia, junto con la exigencia de productos de mayor calidad, mejor sabor y mayor vida útil.
En este contexto, el sector se apoya en innovaciones que permiten optimizar recursos y mantener la rentabilidad. A continuación, se presentan seis tecnologías con alto potencial de crecimiento dentro de la horticultura mundial.
1. Control biológico en cultivos
El control biológico abarca soluciones basadas en organismos beneficiosos que permiten reducir la dependencia de agroquímicos:
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Insectos, nematodos, hongos y bacterias para el control de plagas.
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Hongos y bacterias beneficiosas que ayudan a prevenir enfermedades.
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Hongos patógenos utilizados en el control de malas hierbas.
Este mercado crece más del 10% anual gracias a la demanda de productos con residuos cero y a las exigencias globales de sostenibilidad. Es una de las tecnologías hortícolas sostenibles con mayor proyección a corto plazo.
2. Tecnologías de gestión eficiente del agua
La automatización del riego y el uso de biosensores son fundamentales para aplicar solo el agua necesaria, reduciendo el desperdicio.
Además, soluciones de ingeniería sanitaria permiten reutilizar aguas grises de forma segura para riego, favoreciendo un modelo productivo más responsable.
3. Sistemas de información geográfica (SIG)
Los SIG facilitan una aplicación inteligente de fertilizantes y otros insumos mediante planos de fertilidad del suelo.
En lugar de aplicar dosis homogéneas por hectárea, estas herramientas permiten ajustar la nutrición a las necesidades reales del cultivo, reduciendo costes y minimizando el impacto ambiental.
4. Modelos predictivos de enfermedades
Estaciones meteorológicas conectadas por móvil, trampas de esporas y muestreos tempranos permiten anticipar infecciones antes de que se desarrollen.
Con estos datos se reducen notablemente las aplicaciones de fungicidas, mejorando la eficiencia y disminuyendo residuos.
5. Ayudas mecánicas para la recolección
Aunque la robotización completa de la recolección aún presenta desafíos, las ayudas mecánicas permiten acelerar el trabajo del personal en campo y reducir la necesidad de mano de obra.
Estas herramientas se han consolidado como soluciones viables, especialmente allí donde el coste laboral es alto o escasea la mano de obra.
6. Bioplásticos biodegradables para uso agrícola
Los plásticos tradicionales adelantan cosechas, pero generan residuos difíciles de gestionar.
Los bioplásticos basados en PLA y otros polímeros naturales representan una alternativa sostenible: no requieren petróleo, son biodegradables y pueden incorporarse al suelo como materia orgánica tras su uso.
Un futuro impulsado por la innovación
Estas tecnologías hortícolas sostenibles representan una gran oportunidad tanto para productores como para inversores que deseen adelantarse a los cambios del sector. La transición hacia modelos más eficientes y responsables abre la puerta a un crecimiento sólido en los próximos años.
