Mas allá de la crisis: Inversión en tecnología y el ciclo de la innovación
La investigación y el desarrollo (en siglas I+D) es un tema que tradicionalmente estaba relegado a las universidades y centros de investigación públicos. En los últimos años, los gobiernos europeos estimulando la inversión en I+D dentro de la empresa privada, como un medio importante para el desarrollo económico. Especialmente esta actividad esta siendo promocionada como vehículo frente a la presente crisis económica en nuestro país.
En concreto en el sector hortofrutícola en España ha carecido en gran medida de un esfuerzo en investigación y desarrollo por parte de la empresa privada. En este sector en nuestro país se ha recurrido a la importación de tecnología generada en otros países , bien sea en maquinaria, diseño de envases, semillas híbridas... ) con el consiguiente pago de royalties a empresa extranjeras. Alternativamente se ha recurrido en el pasado, en algunos casos, a la reproducción ilegal de material genético, Esta practica se esta persiguiendo activamente en los últimos años por la administración, con mucha razón, como trasgresión de la ley de propiedad intelectual.
Hablando en general, y con algunas excepciones, los superávits generados por las empresas hortofrutícolas en los años de bonanza económica no han sido reinvertidos en esfuerzo de desarrollo de nuevos productos y procesos.
Las presiones del sistema de mercado en que operamos conducen a la comoditización, a largo plazo, es decir, a convertir un producto novedoso en genérico al cabo de algunos años de su introducción. Esto es debido a la expansión de dicha innovación a un grupo mas numeroso de la población y a la aparición de competidores que se quieren beneficiar del buen margen ofrecido por la venta de dicha innovación.
Contra la presión de la comoditización , la única alternativa es el constante desarrollo de nuevos productos, procesos y servicios por delante de la competencia.
Esto solo se puede lograr a nivel empresarial mediante una política de empresa enfocada en los procesos de innovación y que asigne suficientes recursos a sus necesidades de I+D.
Naturalmente los esfuerzos de I+D no se ven en el corto plazo, pues el desarrollo de nevos productos sigue el ciclo de la innovación. Dependiendo del sector y la funcion dentro de la empresa hortofruticola el desarrollo de un nuevo producto puede oscilar p.ej. entre uno a dos años para un nuevo envase o cinco a ocho años para el desarrollo de una nueva variedad.
ÇPor ello la tentacion en los periodos de crisis es no invertir en I+D o recortar los presupuestos de I+D hasta el punto de paralizar la investigación.
Las consecuencias de esta práctica son nefastas, pues las empresas que sobrevivan la crisis se encontrarán sin productos o servicios innovadores al final de la crisis y se verán adelantados por sus competidores.
Son los esfuerzos en I+D , junto con una buena gestion empresarial, los que permiten a las empresas lider a posicionarse ventajosamente en el momento de repunte de la actividad economica.
Copyright 2011 Dr. Manuel Madrid
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